Aquella noche jamás la olvidaré
tus amigos me miraban anormal
era el tipo que no debiste invitar
eso a mi no me importaba mucho
yo te veía bailar feliz
era tu noche, tu momento
estabas espléndida
quise acercarme, bailar contigo
tuve vergüenza de mis dos pies
mal momento para acordarme
que tengo dos izquierdos.

Luego nos fuimos por ahí
a un restaurante de Arenales
ni siquiera bailamos poquito
yo quería bailar contigo
alejarte de esas miradas jodidas
decirte que estabas bonita
que me gustaba tu cabello moverse
que tu vestido estaba radiante
que mi corbata estaba mal
y que no sabía bailar
que me disculpases por eso.

Tomamos un taxi hacia tu casa
hacía frío y te encogías
te abracé y se sintió suave
apenas y alcanzaba ver tus ojos
poca luz, mucho aire
tus mejillas estaban frías
fue suficiente con que me miraras
para entender que estaba rendido
no me quería ir aquella noche
quería ver a Lima despertar en ese amarillo
te besé y entendí todo.

Aquella noche no dormimos
nos sentamos en tu sillón
hablamos hasta las seis
tomaste mi corbata
me jalaste hacia ti
ya no sentíamos frío
tuve coraje para decirte
que deseaba volver a verte
tu lo quisiste también
aquella hora supe que
había una continuación.

Cuanto te volví a ver
no giraste el rostro
estabas parada frente a mi
tomé tus manos y sentiste
mi nerviosismo, no pude disimularlo
te advirtieron de mi
yo te invite a conocerme de a poquitos
aceptaste moviendo la cabeza
quizá fue un riesgo que asumiste
por eso valoré que lo tomaras
ahora lo sé, no puedo ser ese riesgo.

Te acercaste a mí
un día que todo se vino encima
me preguntaste cómo me trataban
si podía soportarlo, si podía seguir
yo me quedé callado y me hundí
únicamente me bastaba con oírte
con que tomaras mi rostro
era suficiente que llegaras
hasta hoy lo sigues haciendo
hasta hoy sigues convirtiendo a cero
todos mis jodidos males.

No sabes como agradezco
que me hayas invitado
ese día a bailar a aquella disco
pese a ser un intruso incómodo
me sentí bienvenido
al menos por tu sonrisa
la misma que estaba
cuando salía de clases
cuando quería que esté
ahí la encontraba
junto a tus besos inesperados.

Hace unos meses estaba
en tu sillón, abrazándote
mientras amanecía
julio del dos mil trece
pensé que no te volvería a ver
qué bueno que no haya sido así
que ahora estemos juntos
y hoy que abro mi libreta
y tengo un espacio a solas
quería darte las gracias
por tanta felicidad y cariño inmerecido.