Gracias por este poema, Consuelo, que no tiene título, pero el cual me agrada declamar cada vez que tengo una oportunidad. Un abrazo hasta donde estés, querida.

Quédate con tus compromisos.
Los anillos.
Las cartas
y las promesas.

Yo no me llevo nada.
Te lo obsequio todo.
Hasta los poemas
que todavía no te escribo.
Hasta las mentadas de madre,
a tu cuerpo de leche.
A tus cabellos negros,
a tus ojos de gata,
a todas las canciones de Sabina,
a la gramática y la sintaxis,
a toda esa complejidad.
A los carajos,
y las correcciones
de texto,
de cuerpo,
y de ideas
que me dejaste de tarea.

Llévatelo todo,
que en mi maleta
ya no entran.

A mi me basta
con mi libertad
y un par de hojitas
de coca,
para ir chacchando
en la vida.


Poema: Consuelo Solis R.