A Hilda

Todo lo que necesito esta noche quizá sea una copa con vino y galletas de agua. Recuerdo que cuando el blog cumplió un año me metí una borrachera con Maia de la cual tenemos pocos registros. Queríamos celebrar el pequeño gran éxito. Era un año escribiendo y publicando en tiempos donde el boom de los blogs vivía ya su etapa decreciente en la Internet. Sin embargo, muchos seguían publicando. Aún habían lectores merodeando, pero más que eso, estaba la pasión por seguir haciéndolo. Pocos sobrevivieron a la aparición de otros canales de comunicación.

Le comenté que lo tomé como un gran logro personal y medicina para mi baja autoestima, ella respondió con una sonrisa y palabras de aliento. Siempre tan bondadosa. Siempre tan sonriente. Me gustaría saber si voy a encontrar a alguien que tenga tanta fe como la que tienes tú. Me gustaría saber si un día por fin iremos por picarones al Centro de Lima. Lo más irónico es que siempre estamos en algún bar del Centro y no vamos. Yo creo que sigilosamente esperamos que ese día no pase para así seguir bebiendo ron con canchita en Quilca, y que en algunos años tengamos como excusa una tarde con café y picarones en la Alameda Chabuca Granda.

Probablemente lo que hoy necesito es perderme en esta ciudad que amo y la cual detesto a veces. Caminar hacia cualquier parte o tomar mi bicicleta y solo pedalear. Cantar para los adentros. Susurrar poesía por la vereda. Estoy tratando de ayudarme a mí mismo. Estoy aprendiendo a ser un mejor hombre. Quizá hoy no necesite amor. Tal vez hoy no necesite un beso o un abrazo. Quizá debería intentar dormir una noche del mes. De una vez por todas.

Este ron sigue sabiendo mal. 

¿Por qué tanto egocentrismo? ¿Por qué no puedo quererte bien? Es posible que sea la estupidez de la juventud, o mi orgullo, o mi cobardía o mi falta de compromiso. Qué carajos será. Hiciste bien en irte de Lima. Un día ya no supe de ti. Te busqué y llegué a enterarme que estudiabas en Barcelona. Que empezaste a escribir de tus terapias. Me alegró saber que estabas mejor. Bailando en la escuela, otra vez. Concluí que realmente no debía buscarte más. 

Hoy es un buen día para sentirse derrumbado.

He llegado a concluir que necesito una mujer que me ignore durante la cena. Que le caiga un poco mal. Que me hable de otros hombres durante la noche. Que me quite las ganas de ser feliz. Que me abra heridas, que me deje moribundo, sin reparación, solo. Una mujer que no me extrañe tanto como tú. Pero será acaso la estupidez. Qué carajos será. Llegamos a desear que acabe el año como si el fin de un período significara el fin de nuestros problemas. Llega enero y sigues igual de jodido.

Los objetivos, las metas, los sueños son los únicos que te mantienen firme ante cualquier tormenta. Tienes el control del barco. Todo está bien. Espero que sigas escribiendo desde España. Tienes a un fiel lector al otro lado del mundo. Por esta parte, quedan algunos asuntos pendientes que poco a poco van encontrando soluciones. Como dicen, tiempo al tiempo. Creo que al final eso es todo lo que necesito. Tiempo.