semana 3

Elise y Dante, un sábado de terapia.

- Has estado tomando mucho estas semanas, ¿eres consciente de eso?
- Si
- No puedes beber si estás medicado Dante, lo sabes
- Es que no puedo evitarlo
- Eso significa que no estás tomando tus pastillas, no estás siendo firme con este proceso, sino tendrías control de tus acciones
- Pero estoy tomando las pastillas, voy a al gimnasio, estoy tratando de tener mi mente ocupada pero a veces recuerdo algo y se jode todo
- ¿Qué hablamos de controlar nuestra mente para así controlar nuestras acciones? No sirve de nada que tomes las pastillas sino eres capaz de controlar tus acciones. ¿Has olvidado acaso las razones por las que estás aquí?
- No
- Dime por qué estás aquí
- Porque soy un chico malo que hizo mucho daño
- ¡No! Dime las verdaderas razones Dante. Dale
- Porque no confío en nadie, ni en mi mismo, porque soy un inseguro y un mentiroso
- ¿Y tus miedos?
- Mis miedos nacen de la inseguridad que siento
- ¿Y ya pensaste qué hacer con esos problemas?
- Aún no, no puedo Elise, hay cosas en las que no puedo pensar todavía.


semana 4

Dante y Elise, otra vez. 3 p.m.

- ¿Qué es lo que más ha estado en tu cabeza estas últimas semanas Dante?
- Su cara. Su cara de odio, de pena, de asco hacia mí. Sus palabras, todas, cada insulto, cada apelativo, no he podido dejar de pensar en todo lo que dijo ese viernes.
- Estás filtrando tus recuerdos de la peor manera ¿sabías?
- No puedo evitarlo Elise
- El alcohol no hará que olvides todo eso Dante, no hará que tu memoria sea más selectiva, no hará que te sanes, no hará nada positivo.

Un silencio largo habita el consultorio de Elise mientras Dante baja la mirada evitando llorar.

- ¿Y ahora qué sientes?
- ¿Qué siento? (Silencio) Siento que el corazón me late a cien, siento un poco de rencor recorriendo mis manos, siento mucha ira, muchas ganas de golpear el saco hasta que me sangren los puños. Siento ganas de irme de Lima, de largarme de esta ciudad, de evitar todo lo que me recuerde lo que hice
- ¿Y por qué no lo haces?
- Mis vacaciones todavía son en diciembre
- ¿Y piensas viajar?
- Si, definitivamente, esta ciudad me está asfixiando
- No, no es esta ciudad, ni ninguna otra, puedes viajar a Madrid o al Japón pero te seguirás sintiendo asfixiado, porque la asfixia te la provocas tú mismo, con tus propias manos.


semana 5

Dante ya no toma Lorazepam, ya no se embriaga y Elise lo felicita. Le premia con un libro: ‘Los tipos duros no bailan’ de Norman Mailer. Dante está contento con su libro nuevo, sin embargo, es consciente que falta mucho camino. Un camino muy empinado.

- ¿Y escribiste algo al final?
- Si, fui a su edificio y subí hasta el último piso, hasta el lugar donde ponen las antenas. No le dije a nadie que estaría ahí. Llevé unos papeles y mi lapicero. Escribí algunos párrafos. También dibujé muchas cosas que pensaba, como usted me recomendó
- ¿Puedo ver esas hojas?
- No, porque al terminar de escribir las tiré al cielo y se perdieron entre los edificios
- Ay Dante, definitivamente eres un paciente único (Risas).