Nos vamos a otra parte

A Sofía, porque ese "algún día", llegará

Gracias Sofía por las 3:04 a.m. aquel sábado y esta carta que fue lo último que he leído de ti. Prometo terminar pronto la novela.
"no sé cuántas veces voy borrando y escribiendo otra vez, pero mejor escribo nomas y le doy a enviar. muero de sueño. no sé qué hora es. ando sin relojes cerca. la cabeza me duele un poco. al final he podido decidir. ayer, luego de nuestra cuarta salida me pregunté si debía seguir viéndote. y he recordado todo. desde aquella vez que te vi en el concierto de 6 voltios hace años y que salías cargado por tus amigos. nunca imaginé que ibas a terminar con mi amiga. cuando ella nos presentó en trujillo, recordé tu cara de ebrio en aquel concierto y dije: "esta mierda ni cagando puede estar con mi amiga." al final, estuvieron. ironías de la vida. y por ironías de la vida, yo fui la que la consoló cuando causaste el desastre y la mandaste a volar. todo un idiota, para variar. luego te encontré en el metropolitano. para mala suerte mía. porque hoy me hago muchos reproches, estimado david. debí mandarte al carajo. pero no te responsabilizo de nada. cada uno ha bailado con su propia música y su propio pañuelo. tu cara de baboso dirigiéndose hacia mi. "¡hola!, ¿tú no eres laurie?" en mi pensaba: "no, soy maría teresa de calcuta, huevón." te dije algunas cosas que tenía que decirte. seguro lo recuerdas. parecía una chiquilla de secundaria peleándose porque a su amiga le robaron el slam. sonreíste y soltaste un: "¿dónde bajas? necesitas oír el otro lado de la historia."
ese fue uno de los momentos en la vida que debí correr, correr y no mirar atrás. pero, todo lo contrario, falté a clases, me senté en un bar y tuve una conversación con el mismo diablo vestido con saco y corbata. un diablo con cara de viejo y pinta de literato vagabundo. y te oí. oí tu otra parte de la historia. con atención. entendí que definitivamente tenías un maldito problema en la cabeza y decidí extender mi mano, porque quizá me recordabas a alguien. alguien que un día necesitó ayuda y se la negué. y otra vez, en vez de correr, opté por volver a verte. 
no sé de donde salen tantas palabras o tantas líneas. creo que tienes razón. a veces uno escribe con algunas partes del cuerpo. por ejemplo, el hígado. con mucho cariño, para ti. mi hígado tiene mucho que decirte. tal vez mis manos también. algunos puños dirigidos a tu quijada. canciones con alfileres. armas por tomar y un largo etcétera. la segunda vez que te vi fuimos a un bar en el centro. recuerdo muy bien el lugar porque habían muchos borrachos hipters cantando canciones de los panchos. empezaste a susurrar las canciones después y descubrí tu alma de borracho de cantina. borracho triste y deprimido que bebe hasta que lo boten. o hasta que se le acabe el dinero y venga un familiar a llevarlo a casa. ese eras tú. un borracho sentimental. un pseudo-escritor deprimido por su pasado. terminamos conversando en barranco. frente al mar con un frío terrible.  me abrazaste y fue lo único bueno que hiciste esa noche. porque realmente me moría de frío.
-¿por qué serás tan idiota david? 
-no creo que sea una pregunta que pueda responder
cinco de la madrugada. el bus que no llega. no sé cómo terminamos tan lejos de nuestras casas. se me vino a la cabeza una línea de 'los gallinazos sin plumas'. "las personas que recorren la ciudad a esta hora parece que están hechas de otra sustancia, que pertenecen a un orden de vida fantasmal." eso éramos. fantasmas oliendo a cerveza y ron. y yo que odio el ron. y a ti que te encanta la cerveza. sin duda alguna, esa noche, fue la noche de las malas combinaciones. ese día supe que eres el tipo de personas con la cual puedo pasar hablando toda la noche y no me aburre o me dan ganas de irme. he pensando mucho en eso antes de escribir esta carta. luego vino un paseo por chorrillos. nunca me había subido a un bote de pesca. "no es el mar, señorita, es la mar, porque es mujer." me llevé algunas lecciones a casa aquel día. no sentí mareos o náuseas. fue relajante sentir el movimiento de las olas a través del botecito y el atardecer gris y frío. la fiesta de olores. mar. sal. pescado. madera. el aire llevándose mi cabello. la radio del pescador. descubrí que el mar te relajaba, y descubrí también que me relajaba, porque no quise regresar a la costa, por mi me quedaba horas e iba a las islas que estaban más allá a hacer una fogata y toca la guitarra. el café con pisco vino bien luego. en el bar se oía la voz de celso piña y cafe tacuba y creo que fue una señal, un aviso, una premonición, etc. sentí que fue el regreso a casa más largo que he tenido.
"(...) estoy contigo aunque estés lejos de mi vida, por tu felicidad, a costa de la mía." 
al final, he decidido. no es sano volverte a ver. no es correcto. no es la primera vez que te pasa, me lo comentaste. que te gusta la amiga de tu ex. no quiero formar parte de otra historia con un final fatal o simplemente de tu morbo. no quiero perder una amistad por un capricho tonto y sin horizonte. a pesar de lo que te dije, hace unos días, doy ese paso al lado que tanto hablamos. que al final dijimos uno de los dos lo daría. por el bien colectivo o quizá por ese "algún día". pero por encima de todo, por mi paz. espero que puedas entender la profundidad de un lazo amical. quizá no lo hayas tenido hasta ahora, sin embargo, deseo que conozcas o experimentes ese tipo de amistad en un futuro cercano. 
me despido de ti, loco de mierda. no hagas lo que siempre haces, por favor. desesperarte. embriagarte. tirarte cajetillas de cigarrillos y no dormir. pensar las cosas más de la cuenta. salir a correr en la madrugada (si lo haces, abrígate). no te pelees. no tires tus almohadas por tu ventana. no rompas nada. no dañes a nadie. báncatela, porque no todo es suma en esta vida, a veces es necesario restar. todo está y va a estar bien. esto tenía y tiene que ser así.
cuídate mucho y no dejes de escribir. 
te quiere, laurie.

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