Ese no eres tú

Ella sonríe en la foto
y la sonrisa acapara todo el retrato,
acompaña a otra sonrisa,
una sonrisa masculina
perfectamente acompañada
de una quijada de actor de novela.

Tú nunca quisiste ese selfie, por eso ahora te tiembla la mano para tocar dos veces la pantalla, sin embargo, lo haces. Hay que tener los dos dedos de frente para aceptarlo. Para detenerse a pensar un minuto y hacerse un autoanálisis. Tú nunca provocaste una sonrisa así, cargada de naturalidad y felicidad en estado puro. Lo tuyo fue a medias. Solo queda mirar tu sombra haciéndote mofas desde el piso.

Y escribes lento: "Me alegro por ti". Tardas un poco en darle a 'Enviar'. La segunda frase es más jodida para ti: "Realmente lo mereces." Ella se merecía algo mejor antes de conocerte a ti. Luego sigue un popurri de preguntas sobre el susodicho. Y sientes como si hubieras ingerido una pastilla de chiquitolina.

Lees una lista de planes que ella ha armado perfectamente. Incluye un viaje a Europa y una casa en Kentucky. También hay un carro y un perro grande saltando por todas partes. No podría estar mejor. Cuelgas todo orgullo y con los ojos nublados terminas sonriendo. Porque el amor no es egoísta. Y lo que aún queda en ti lo reflejas en esa sonrisa sincera. Realmente estás contento por esa mujer que te dio lecciones de vida, y que ahora es feliz. Completamente feliz.

0 comentarios :

Publicar un comentario