Las líneas asesinas II

Hannah, escribe siempre.
Fue mala idea leerte mientras como, porque no es rica una ensalada de frutas con lágrimas y algo de moquito. Y parece ser que siempre es mala idea el buscarte. Termino peor que antes. Cuando pienso que es el último capítulo de nosotros, aparece una nueva temporada y me vuelvo una adicta a esto. Sé que está mal, sé que estoy mal. Tengo cosas por mejorar también. 
No dije que te perdonaba y mucho menos que olvidé todo lo que pasó. Solo un impulso y el descontrol de mis emociones hizo que te escribiera. Te sigo queriendo y sé que tú no lo haces de la misma manera que yo quiero y hago. Te lo dije desde ese martes que yo esperanzada busqué tus labios. Y esa estúpida esperanza es la que debe de morir. Ojalá podamos ser realmente amigos. No ahora, no este año, quién sabe cuándo. Sabes que a pesar de todo, siempre prefiero estar cara a cara, quería decírtelo en el almuerzo, pero no es necesario, lo escribiste todo tú. El día que aprendas a estar solo y que la verdad te haga libre, ese día, te sentirás mejor de lo que puedas estar.
Cuídate mucho, espero que sigas con los cambios positivos. Adiós.

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